- Back to Home »
- Carta de la Tierra , rebelion »
- “Compelidos a la rebelión”
sábado, 31 de mayo de 2014
El segundo párrafo del Preámbulo de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos establece que, si no se pueden ejercer plenamente los
derechos que les son inherentes, los seres humanos “pueden verse
compelidos a la rebelión”.
Atender a la “gente”, hacer frente a los grandes retos “inventando” las soluciones.
Si no hay evolución hay revolución. Si no se procuran satisfacer las
necesidades mínimas de la existencia humana, se pasa de la voz al grito,
del grito a la rebelión.
Y es que:
-Son inadmisibles las crecientes desigualdades.
-Es inadmisible que mueran de hambre diariamente miles y miles de
personas, en su mayoría niños y niñas de 1 a 5 años de edad, al tiempo
que se invierten en armas y gastos militares más de 3.000 millones de
dólares.
-Es inadmisible que, según OXFAM, 85 personas posean una riqueza equivalente a la mitad de la humanidad.
-Es inadmisible que cada día se incremente el deterioro del medio ambiente, afectando la habitabilidad de la Tierra.
-Es inadmisible que la gobernanza mundial esté en manos de grupos plutocráticos (G-6, G-7, G-8, G-20).
-Es inadmisible que los paraísos fiscales, en lugar de haberse suprimido, se hallen más colmados que nunca.
-Es inadmisible que la política se halle subordinada a los intereses económicos.
-Es inadmisible que los mercados hayan llegado, en la Europa sometida, a
designar a gobiernos sin urnas en la misma cuna de la democracia.
Por todo ello, es apremiante:
-Establecer un multilateralismo democrático, refundando el Sistema de
las Naciones Unidas, dotándola de la representatividad apropiada
(“Nosotros, los pueblos…”) y de los medios personales, financieros y
técnicos necesarios. Este es el gran liderazgo que la humanidad
espera.
-La solución es más y mejor democracia, a escala global, regional y local.
-La habitabilidad de la Tierra se está deteriorando y es inaplazable
sustituir una economía de especulación, deslocalización productiva y
guerra por una economía basada en el conocimiento para un desarrollo
global sostenible y humano.
-Transitar desde una cultura de imposición, dominio y violencia a una cultura de encuentro, conciliación, alianza y paz.
-Un colosal clamor popular liderado por las comunidades científica,
académica, artística… debe alzarse para que los cambios radicales tengan
lugar antes de que se alcancen puntos de no retorno.
-El “nuevo comienzo” que preconiza la Carta de la Tierra no puede demorarse.
Federico Mayor Zaragoza