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- Primera Asamblea en la calle del Frente Cívico de Avilés el 14 de diciembre de 2012
lunes, 6 de mayo de 2013
Asamblea
abierta del Frente Cívico de Avilés en la plaza de España.
14
de diciembre de 2012
Malestar,
desesperanza.
Llevamos
ya cinco años desde que empezó el chaparrón, y cada día está
todo más oscuro. Se mezcla en todos nosotros la frustración, la
indignación y el miedo. Nos produce malestar oír las noticias cada
día, tenemos la tentación diaria de esconder la cabeza debajo del
ala y esperar a que escampe. Pero no escampa, cada día con más
descaro se toman medidas que socavan nuestra forma de entender el
mundo. No nos puede estar pasando esto, estamos en medio de un mal
sueño.
¿Cuál
es el discurso oficial?
Los
que nos gobiernan tienen su propio discurso, es un discurso infantil que a fuerza de ser el único acaba calando, o por lo menos introduce la suficiente confusión en nuestras mentes como para que
no reaccionemos. "Se ha gestionado mal la economía", "hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades", "no hay dinero", "el sistema no se
sostiene". "Hay que recortar gasto público", "hay que recortar sueldos", "hay que recortar derechos"… ¿hay que recortar derechos?. Pero "todo se arreglara",
aunque claro, nada será cómo antes.
¿Cómo
hemos llegado hasta aquí?. (Los ciclos de la vida)
Tanto
en lo personal, como en lo social tenemos
una relación cíclica con la realidad.
Cuando todo va
bien nos relajamos, al
relajarnos bajamos la guardia y perdemos contacto con la realidad, y
cuando la
realidad se interpone en nuestra felicidad reaccionamos,
entramos en crisis y volvemos a poner las cosas en su sitio. Cuando
hemos resuelto los conflictos y todo “va bien”, volvemos a
empezar el ciclo. Eso es lo que ha pasado, nos
hemos relajado, a lo que se ve, demasiado, y “los de siempre” nos
están comiendo la tostada.
Despertamos
del sueño, ¿con qué nos encontramos?
Con
la ruptura del pacto social;
para ser libre hay que vivir sin miedo; la
sanidad, la educación, la justicia, las pensiones, son nuestra red.
Si uno tiene miedo a enfermar y no poder tratarse, si uno no puede
permitirse el lujo de formarse, de educarse como un ciudadano libre,
si uno no tiene garantizada una vejez tranquila, si la justicia se
convierte en un privilegio, uno deja de ser un ciudadano cargado de
derechos, y pasa a ser un ciudadano vulnerable y manipulable, eso es
lo que está en juego. No nos lo van a decir así, pero nos
quieren cambiar nuestra condición de ciudadanos, digan lo que digan,
ese es el objetivo.
Las
incoherencias del discurso oficial
La
gran coartada que, se supone, justifica el cambio de modelo social es
la deuda pública y privada. Antes prácticamente no sabíamos que
era eso, ahora estamos familiarizados con los términos. Pues bien.
La
deuda privada
es, en una abrumadora mayoría, deuda de grandes empresas a bancos
extranjeros, no de ciudadanos de a pié. De forma vergonzosa, y
presionados por Europa, nos están cargando a todos con esa deuda;
utilizando los recursos públicos para dar prioridad, al pago de una
deuda, que no nos concierne, en
detrimento del mantenimiento de nuestro sistema social, teóricamente
protegido por la Constitución española.
La
sostenibilidad del estado de bienestar no está en cuestión por un
problema de deuda
pública,
sino de recaudación.
En España, se bajaron brutalmente los impuestos a los que más
tenían. En Alemania, los ricos pagan muchos más impuestos que en
España. ¿Por
qué el gobierno alemán no se siente agraviado por eso y no exigen
que se acabe con el fraude y se equiparen los impuestos españoles a
los alemanes? Por qué
cuándo en Portugal se ha intentado subir impuestos a los que más
tienen para no afectar la sanidad, desde Europa, han mandado un
mensaje claro, no, ustedes tienen que recortar en sanidad. ¿Quizá
porque el objetivo no es resolver el déficit público sino cargarse
la protección social?
¿Cómo
salimos de esta?
Si
están intentando desarmarnos como sociedad, y están empleando el
miedo y la inseguridad para hacerlo, será porque lo que temen es una
sociedad fuerte. Si
además resulta que el
secreto de la felicidad ( y esto lo avala la ciencia) no está en lo
material, sino en las relaciones sociales,
sólo saldremos
de esta saliendo
de casa y relacionándonos con los demás,
formándonos
opiniones fundadas fruto del intercambio de pareceres, fruto de la
búsqueda de lo que nos une.
Tenemos que renunciar a las opiniones enlatadas (ya sabemos por
quién), tenemos que aprovechar lo que cada uno pueda aportar, lo que
las redes nos aporten y ponerlo en común. Ese es el fermento de la
creatividad, y de la felicidad. La
felicidad está emparentada con la diversidad, y la diversidad está
en la calle.
Hace
falta una masa crítica activa que ayude a cambiar la inercia de las
cosas. Y
esa masa crítica la tenemos que formar nosotros .
Marcos de Balbín Pacios miembro del Frente Cívico de Avilés