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- “Queremos ser el contrapoder”
martes, 16 de abril de 2013
El lleno hasta la bandera no achantó al veterano político aunque sí a los organizadores del evento, entre quienes abundaban caras jóvenes y gestos de preocupación minutos antes de empezar, cuando se hizo evidente que las sillas instaladas en la Sala de las Columnas del madrileño Círculo de Bellas Artes sentarían solo a la mitad de los asistentes. Mientras tanto, una voz preparaba el ambiente por megafonía asegurando desconocer si el enemigo “son los políticos, los banqueros o la primera de riesgo”, pero anunciando que “algo está claro: cuando ellos hacen mal su trabajo, somos nosotros los que perdemos el empleo“.
¿Un canto a la tecnocracia? En absoluto. Si acaso, un discurso “desprovisto de símbolos”, como el propio Anguita confesó al hablar de la estrategia que pretende seguir Frente Cívico. “Neguémonos a nosotros mismos”, propuso a sus simpatizantes. “Convenzamos, pero no con los símbolos por delante, porque los símbolos no están en la calle. Persuadir exige paciencia, una paciencia que es infinita, pero también revolucionaria. Y el que no la tenga, que se vaya a dar discursos”.
De esto modo, Anguita pidió “predicar con el ejemplo para lograr convencer” y, para hacer él lo propio respecto a los símbolos, no se oyeron de su boca menciones a conceptos como el pueblo o su alienación, pero sí a “la mayoría” y a que esta mayoría “no es consciente” de que lo es.
“Cuando Mariano Rajoy se ha enfrentado a las protestas en las calles”, explicó Anguita, “ha respondido diciendo que sí, que vale, pero que la mayoría de los españoles se ha quedado en casa. Y tiene razón. Por eso, hasta que no atraigamos a esa mayoría, hasta que no estén con nosotros buena parte los votantes del PP, no hemos hecho nada. Duele, pero es así”, remató.
Pizarra y tiza
Para conseguirlo, Frente Cívico se propone “abandonar el discurso declamatorio” y “no hablar de lo abstracto, sino llegar a ello partiendo de lo concreto”, según Anguita. “No podemos decir que la ley electoral es injusta y ya está”, ejemplificó. “Lo que hay que hacer es coger una pizarra y una tiza y explicar cuántos escaños se lleva Fulanito por tantos votos y sin embargo, cuántos se lleva Menganito con los mismos. Así, y solo así, es como se convence: explicando las cosas. Empezando con una pizarra y una tiza”.
El Frente Cívico Somos Mayoría nació en septiembre del pasado año como una plataforma de alcance nacional que aspira a la acción política e ideológica convirtiéndose en “un un referente de poder ciudadano que induzca de manera creciente a los poderes públicos a legislar y gobernar en beneficio exclusivo de la mayoría”, según la primera de las siete cartas que, hasta el momento, componen su único cuerpo teórico. Una tarea, dicen, inasequible a los actores políticos tradicionales –entre los que menciona a “partidos políticos, fuerzas sindicales y economistas o colectivo de ellos”–, que por lo tanto debe asumir “una mayoría ciudadana organizada en torno a soluciones concretas” como la suya.
Entre las propuestas del Frente Cívico están la instauración de un Salario Mínimo Interprofesional del 1000 euros mensuales –“el 72% de la media de los seis países de la UE que lo tienen más alto”–, que ninguna pensión baje de ese mismo salario, una reforma fiscal que garantice “progresividad y la persecución del fraude fiscal, de la economía sumergida y de los paraísos fiscales”, la nacionalización de cajas y bancos privados y de los sectores estratégicos de la economía, la separación efectiva entre Iglesia y Estado y la reforma del sistema electoral.
En el largo recorrido, Frente Cívico se propone plantar cara al poder y conseguir erigirse en voz de la ciudadanía. En el primer discurso de este domingo, Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid, cargó contra quienes “se les llena la boca de España y luego tienen las cuentas en paraísos fiscales” y se encargó de guiñar uno a uno a todos los colectivos entre los que siembra el Frente Cívico, invocando para ello un surtido abanico de referentes que fue desde los republicanos españoles en París hasta los curas guerrilleros pasando por Gramsci, Hessel o Ada Colau, los indignados y las mareas blancas. Si la formación lleva la noción de mayoría en su mismo nombre no es por nada, según Monedero: “Nosotros no somos un sustituto” de los que mandan, sentenció. “Nosotros somos vosotros. Y quien no lo vea así no debería estar aquí”.
Antes del propio Anguita también Víctor Ríos, historiador investigador del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, se dirigió al público para asegurar que el Frente Cívico cosechará éxito “en todos los ecosistemas políticos peninsulares”, poniendo como ejemplo las “muchas adhesiones” ya cosechadas en Cataluña, el más complicado de todos por la pluralidad de opciones políticas que alberga.