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- En defensa del Sistema Público de Pensiones (2)
domingo, 13 de octubre de 2013
Esta semana primera parte del
extenso documento "EN DEFENSA DEL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES", documento que os podeis descargar al final de esta entrada.
"Los
economistas y juristas firmantes de este Documento lo han elaborado con
objeto de rebatir y desautorizar el Informe de la Comisión de expertos
designada por el gobierno y para denunciar la nueva contrarreforma de
las pensiones que con base en él pretende acometer el PP. Los
ciudadanos deben saber que reducir las pensiones no es un medida que
sirva para combatir la crisis económica sino que implica un paso en el
desmantelamiento del estado social que se está llevando a cabo."
"A partir de nuestros conocimientos y experiencia como economistas y
juristas, pedimos a la opinión pública que no se deje engañar por
argumentos interesados que solo buscan obtener aún más ganancias, en
este caso gestionando los fondos que ahora maneja la Seguridad Social.
Somos plenamente conscientes de que nuestras pensiones públicas corren
un grave peligro pero, como hemos dicho, no por las razones que se
aducen sino justamente por las que se callan y que los mismos gobiernos
han provocado. Sabemos que el más lento envejecimiento aumentará nuestro
gasto y que eso requiere disponer de más recursos, pero la solución
“sabia” no puede ser reducir la cuantía de las pensiones, sino
determinar cuántos nuevos recursos se van a necesitar y poner entonces
sobre la mesa la forma en que hemos de generarlos. Tiene que ser así
porque también sabemos con certeza que no todas las personas pueden
financiarse ahorro privado para cuando lleguen a la vejez y que sin
pensiones públicas casi siete de cada diez pensionistas estarían ahora o
estarán en el futuro en situación de pobreza severa.
Llamamos,
pues, a la denuncia de las propuestas que prepara el Gobierno, a
manifestar el rechazo frontal a todas ellas y a reclamar con toda
firmeza otra política económica frente a la crisis que no siga
destruyendo empleo y generando cada día más deuda y empobrecimiento."
LA SOSTENIBILIDAD DE LAS PENSIONES, PROBLEMA POLÍTICO, NO ECONÓMICO.
Pensamos que la manera de plantear un problema condiciona su solución. La sostenibilidad del sistema público de pensiones se ha planteado siempre, en unos casos por ignorancia y en otros por intereses espurios, de la peor forma posible. Se ha tratado como un problema técnico cuando es un problema político. Se ha querido enmarcar como una cuestión de insuficiencia de medios, cuando en realidad el quid de la cuestión es la distribución de la renta. Se pretende que creamos que la sostenibilidad del sistema público de pensiones depende de “cuántos son los que producen”, cuando la variable importante es “cuánto se produce”.
Conscientes de que se trata de un problema político y no económico, consideramos que nuestro papel debe centrarse únicamente en desenmascarar los intentos de justificar mediante planteamientos aparentemente técnicos las posturas ideológicas previamente tomadas.
Hace ya muchos años que todos los servicios de estudios de las entidades financieras y similares, apoyados y jaleados por los organismos internacionales, comenzaron a emitir informes acerca de la inviabilidad del sistema público de pensiones. La postura oscilaba desde los más radicales, demandando su sustitución por planes privados, hasta los medianamente posibilistas, que tan solo pretendían su reforma, de manera que los gastos sociales no se incrementaran e incluso se redujeran. Por citar tan solo un ejemplo, allá por 1993 la Fundación BBV contrató a treinta y cuatro sabios, expertos, técnicos para que estudiasen el tema de las pensiones. En realidad, querían que se pronunciasen sobre la viabilidad, más bien inviabilidad, del sistema público. Trabajaron durante veinte meses para llegar a la conclusión de la imposibilidad de mantener el sistema público si no se reformaba. Una vez más se empleó la expresión quiebra de la Seguridad Social. El resultado de sus cálculos, que fueron facilitados a la prensa, consistía en el pronóstico de que para el año 2000 el desajuste entre ingresos y gastos de la Seguridad Social habría aumentado en una cantidad equivalente al 2% del PIB. ¿Cataclismo?, ¿quiebra? “Será incompatible con Maastricht”. Lo cierto es que el año 2000 llegó y no se produjo prácticamente nada de lo que pronosticaron. De hecho, se registró un superávit del 0,4%.
La argumentación de todos estos informes era similar: el incremento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad dibujaban una pirámide de población que haría inviable en el futuro el sistema público de pensiones. Vaticinaban que en un determinado número de años se produciría la quiebra de la Seguridad Social. El tiempo ha ido transcurriendo y hemos llegado a las fechas fijadas sin que se cumpliese ninguno de sus pronósticos, lo que parece natural ya que no tuvieron en cuenta determinados factores tales como la incorporación de más mujeres al mercado laboral o el incremento en el número de inmigrantes. El estrecho encuadre de las proyecciones demográficas y el hecho de considerar solo la población total no pueden constreñir el complejo problema de la viabilidad de las pensiones. A cualquiera se le ocurre que al menos otra variable, la tasa de actividad, tendrá algo que ver en la solución.
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